Yo tenía 13 años, iba saliendo de mi casa, como todas las mañanas escuchábamos radionet, Yamid Amat dio la noticia, miré a mi mamá y me puse a llorar... ella igual, salí al colegio, sabía que a pocas cuadras de mi casa lo habían matado, lo primero que pensé como miles d colombianos fue #PaísDeMierda... Me subí al taxi del papá de mi compañera que me llevaba al colegio y él estaba igual, no lo podía creer (Nadie lo podía creer), el camino al colegio fue largo, pro ante todo doloroso, yo lloraba en silencio, nadie decía nada, solo cruzamos un saludo, y el señor dijo perdóneme mamita pero este es un #PaísDeMierda, tranquilo le dije, mientras pensaba: sí señor tiene toda la razón este es un #PaísDeMierda. La siguiente palabra fue hasta luego. Llegué al colegio (seguía llorando, pero trataba de contenerme) En el colegio todo transcurría normal, pero en mi vida algo cambiaba, cuando llegue a mi salón de clase, fue aún más difícil de asimilar, pues más de una de mis compañeras no sabía porque era importante Jaime, no sabían que NO era un humorista más, ERA JAIME GARZÓN!!!!... Sólo una de ellas parecía sentir lo mismo, se llama Pilar Gutiérrez, quien curiosamente era ahijada de Jaime y solo hasta ese momento lo supe.
El día transcurrió “normal” en el colegio todo era igual, pero definitivamente en mi vida todo había cambiado, las noticias no cambiaban incluso en los deportes de CM& alguien dijo: "Buenas Noches #PaísDeMierda", sí ese pensamiento que muchos sentimos y que vimos reflejado en los rostros de aquellos que marcharon (mos), y que de alguna forma nos identificabamos con ese sentir.
Mi vida cambió, la muerte de Jaime Garzón me dio más fuerzas para seguir creyendo y aunque suene irónicamente, seguir creyendo en este país y en la posibilidad de que cambie, esa (in) capacidad de creer en la gente y en el desarrollo de este país. Es extraño pero eso sólo reforzaba cada día más la idea de hacer cosas para cambiar el mundo… luego fue el país, la ciudad, ahora creo que solo pienso en el vecino…
Le lleve flores, lleve las llaves para la estatua que hoy en la mitad del barrio quinta paredes y muy cerca de Corferias existe, también recuero que llevé un letrero que decía: Podrán matar al hombre... pero no a sus ideas. Mi mamá me miraba con tristeza mientras yo acomodaba en medio de todas las flores, regalos, llaves y demás mi letrero hecho en una hoja blanca y escrita con un marcador azul… Mientras eso pasaba volvían las lágrimas a mis ojos y a las de quienes por allí pasaban y lo recordaban.
Hoy después de tanto tiempo… sigo pensando muchas veces: PaísDeMierda… Me duele saber que todo lo que Jaime Garzón dijo está vigente y muchos aún no quieren escucharlo.
Y sí, sigo llorando, cada vez que lo recuerdo.
En realidad en mi país nos crían para ser indolentes. ¿Cuántos falsos positivos, cuántos robos al patrimonio, cuántas injusticias tenemos que ver? Hoy me di cuenta de algo, somos conformistas y enseñados a callar. Uno llega a pensar que si el fútbol, deporte de las masas, es afectado, la gente se volcaría a la calle a exigir un mejor manejo, pero no. ¿Cómo podemos esperar que la salud, educación o cualquier otro de los derechos fundamentales se cumpla?
ResponderEliminarEs muy triste pensar que mañana todo se ha olvidado, que con lo del Bolillo no paso nada, que con lo de AIS no pasa mayor cosa, que con los miles de jóvenes que han desaparecido de barrios como en el que nací... nadie los recuerda.
Estoy seguro que nunca se matan los ideales de las personas porque lo que se mueren son células y tejidos y espero que al igual que nosotros aparezca una nueva generación en mí país que tenga capacidad de crítica y que no esté dispuesta a olvidar tan fácilmente, no solamente este hecho sino los muchos otros que han pasado y que tristemente estoy seguro pasarán.
Me gusto tu escrito, no muchos recuerdan un día en especifico, sobre todo 12 años después con tanto cariño. La muerte es algo que todos esperamos, es lo que se hace en vida lo que realmente importa, ojalá alguien me recordara alguna vez de tan buena manera.