lunes, 7 de febrero de 2011

Una noche más ….

Es una noche como cualquier otra… (o eso quisiera creer) pero desde hace un tiempo las noches no son como otras ni como ninguna, cada una carga el peso de un día diferente y suelen ser más pesadas o livianas según los rayos de sol que ese día me toquen.

Esa noche tan ajena, pero tan propia que quisiera cerrar con el simple click del interruptor que oscurece aún más profundamente mi habitación, no se deja apagar… permanece encendida como si quisiera decirme algo y obliga a que mis ojos miren fijamente la oscuridad sin saber que buscar, de repente como si algo se accionará dentro de mí… recuerdo que las noches tienen el mágico poder de transportarme a lugares inimaginables, a mundos tan extraños como únicos, a planetas fuera de todo espacio conocido, y que me permiten conocer seres tan mágicos como exóticos y divertidos, quizás algunos interesantes pero distantes.

Así mientras la mirada sigue profusa pero concentrada en los matices de oscuridad de mi habitación, recorro lentamente cada espacio habitado, cada lugar (creyendo yo) conocido, cada planeta y cada ser que habita en él, pero de pronto todo parece desvanecerse en un segundo, es como si mi mente bloqueara absolutamente todos los recuerdos y tuviera que pelear con ella misma para que me los devuelva, la mirada parece confusa y su concentración se ha perdido, aparece de pronto un rayo de luz … ¿de dónde? No lo sé, pero aparece y pienso: ¿Cómo puede perturbar tan bruscamente la luz?, lentamente trato de cerrar mis ojos aturdidos por la luz que pareciera enceguecer a pesar de ser algo tímida y mínima, no me detengo a saber de dónde viene, simplemente el deseo de volver a mis recuerdos me exige que cierre los ojos y me encierre en ellos, lo hago más fuerte que antes y procuro dejar que la mirada, que ahora es interna siga recorriendo aquellos lugares que la luz profanamente quiso arrebatarme con sus rayos…

Ella (aquella mirada profusa, que intenta de nuevo concentrarse en lo más oscuro) continua el recorrido profundo… pareciera que poco a poco y cada vez más, me hace caer profundamente en un sueño del que no quisiera despertar jamás, los recuerdos que llegan a mi mente de nuevo parecen tan reales que logra que los disfrute con la magnitud con la que fueron creados…

Así tan lentamente como me sume en el sueño, me lleva a los planetas más extraños donde me invita a conocer todo lo que en ellos habita y que por algún tiempo (quizás indefinido en el tiempo mismo) me atrajo por su energía más genial, divertida y hasta interesante…

De repente el sueño termina, la noche desaparece y un nuevo día quiere colarse en ella, hasta que por el alba lo consigue, permitiendo entonces que este nuevo día tenga una nueva noche y parezca está noche una como cualquier otra.

martes, 1 de febrero de 2011

Días grises con el sol

Resulta extraño escribir con el corazón gris y triste un día en el que el sol parece ser el aliado más cercano, un día como hoy en el que solamente el pensar resulta tedioso y poco productivo, un día como hoy en el que parecieran no fluir las cosas, las llamadas, y sobre todo el corazón, donde los sentimientos son encontrados y donde tus sueños se pierden en un mar de palabras inconclusas e insulsas, donde el amor parece estar de lado a pesar de estar en frente y cargándote.

En un día como hoy en un lugar cualquiera donde cada paso dado solo te hace sentir más abajo y más lejos de la llegada, donde solo las ganas de correr aumentan pero sientes el peso de todo tu desdén, de todo el desprecio que te causa la falta de motivos, a pesar de estar lleno de ellos, la falta de ganas a pesar de creer en todo lo que haces, pero resulta aún más despreciable y difícil cargar el peso de un alguien que con su falta de palabra a originado todo el desarraigo por seguir adelante, de alcanzar los sueños que con facilidad llegan y destruyen, ahora me pregunto: ¿ Cómo puedes ser capaz de levantarte todos los días sabiendo el daño que por irresponsable y falto de palabra causas a alguien?

Y . Si resultan tristes y apabullantes las incapacidades de los demás en mi caso su falta de palabra me sorprende al punto que me dejo embaucar por ella y pierdo el sentido de mis sueños, pierdo el rumbo sin saberlo.

Días de sol que resultan grises, han de serlo por los malos pasos, lo errores no calculados y las diversas respuestas que la vida tiene para cada paso del camino. Son los 256 tonos de gris y cómo alguna vez hace algún tiempo alguien me dijo, hay que aprender a ver como se cuela un rayo de luz entre ellos y devuelve de manera asombrosa el curso de mis pasos y el sentido de mis sueños.

Volver a retomar los sueños a pesar de haber perdido el rumbo es el anzuelo que la vida usa para volver a creer en ella y en todo lo que produce, si bien cada sueño implica pasos distintos no implica que el camino se convierta en muchos, ha de ser el mismo con diferentes obstáculos y diferentes pasos..