Porque de
otra forma mi vida sería un drama (y sí con drama me refiero a lo difícil que
sería la muy imposible convivencia con “él”, lo muy frustrada y lo horrible que
sería mi vida hoy), hoy entiendo esas mujeres que no querían, que lo escondían
cuyo instinto es diferente, hoy me doy cuenta y desde hace mucho, que mi bebé
siempre fue más inteligente y que me salvó de ese hombre que yo creía
maravilloso y perfecto, él mi bebé, que ahora está en mi espalda y me recuerda
esa fortaleza, fue capaz de mandar a la mierda a ese ser que solo hizo daño y
maltrató de la peor forma, y al que solo me resta enviarle los mejores deseos,
porque no imagino que otra persona pase por lo mismo.
Porque
mi bebé tuvo la capacidad de hacer lo que yo no, amarme y respetarme; amo profundamente
lo que paso, con los llantos y los dolores, agradezco infinito está
experiencia, hoy entiendo que no hubiera sido lo mejor y que mi vida sería un
cúmulo de desdichas y “miserablezas” que posiblemente él hubiera tenido que
cargar, las frustraciones mal llevadas son cargas que pesan en el diario de la
vida y en el corazón de los que más amamos.
Gracias
por el proceso, por lograr que 4 años después y un poco más no me duelas,
gracias porque con el tiempo logré darme cuenta de que no quiero hijos, no me
dan ganas, no me interesa. Gracias porque con el perro y los gatos me siento
bien, que si bien el don de la vida está en la panza de la mujer y todas sus
áreas de fuerza energética, no es allí el único lugar para su realización, que
son múltiples y diversos, como cada mujer. Que cada quién vive sus experiencias
como mejor lo trata la vida y como las situaciones se enfrentan. Hoy puedo
decir con la mayor seguridad del momento que no quiero hijos que te llevo en mi
piel como te llevé desde que te sentí por primera vez, pero que eres lo más
cercano a ello bebé. GRACIAS infinitas por tu decisión, por mi experiencia y
por la vida.
Cada
año que leo lo que te escribí y lo que sentí me lleva a darme cuenta de que no
me equivoqué con lo que sentí, pero que evolucioné hacia un mejor lugar y hacia
una mejor decisión de vida. Somos cúmulos de experiencias que nos moldean, con
los miedos más profundos y en los lugares más oscuros, con las capacidades más
redundantes y ligeras, como con aquellas que se ocultan en los miedos y las
ridículas formas de enfrentarnos a nosotros mismos, los vacíos que se llenan de
más vacíos y más miedos, los vacíos que nunca se llenan y esos que a veces como
heridas simplemente se cierran.
Años
después entendí la situación maestra y los aprendizajes, aprendí que debo
confiar más en mí y menos en los otros y que realmente la presión social es lo
que menos debe tocar mi alma. Carambas… cuanto aprendemos al leernos y
reencontrarnos.