Un origen del
final
Hoy sí debo decir
que te extraño en cada paso y cada minuto, ¿Cómo no extrañar tu risa? tu
complejidad y mi estúpida sonrisa cada que te leía o escuchaba... hiciste cara
de pánico y de horror profundo cuando te dije: voy a escribirte, creo que es lo
mejor...
Y en ese momento recordé
que dijiste: no quiero estar en tu blog, los sentimientos que describes allá
son tristes y no quiero ser un recuerdo así... te dije y ¿por qué no eres el
primero en cambiar la historia? dijiste que ojalá así fuera.
Vamos a empezar
por eso... el origen sonrisiento de esta historia loca y de empates con sabor a
perdida...
Tú, ese con el
que despertaba a la madrugada a leer con una sonrisa estúpida que me mantenía
feliz y distraída en la oficina y el trabajo, esa que lograba mantener a pesar
de dinámicas propias de un trabajo complejo y de una soledad constante, de una
distancia autofinanciada y de la venta propia de mi conciencia en ciertos
aspectos...
Lloro mientras
escribo, es lo más natural en mi... perdería mi flow como dirían por ahí si las
lágrimas no asoman por sus conductos y mi mejillas no se humedecen en su
caída... soy muy sensible a los pequeños roces de la vida...
Es increíble todo
lo que uno puede llegar a sentir por las ilusiones palabrísticas de conversaciones
que parecen infinitas, de ideas propias y prestadas, de sonrisas y de risas, de
chistes malos y perversos pero que sacaban al otro lado de la pantalla una
sonrisa, el por fa escribe que me duermo o el buenos días lleno de ganas de sentir
(nos), una madrugada, dos noches, otra madrugada, tres noches, la siguiente
madrugada la misma noche y el gusto por hablar, por sentir, por vivir, pero
sobretodo por compartir.
Creer en el otro
a pesar de y con el pesar de... creer para ser y para ver, de nada sirve s[i...
creer sin ver, ah vaina tan sabrosa y jodida, sí que engañas e ilusionas...
todo parece perfecto, extrañamente perfecto, yo sonrío y me siento feliz, al
parecer tu dinámica es la misma, haces lo que nunca harías y vives profesando
que me odias, porque no hay nada más dramático que salir con una chica que
lee... y en su defecto salir con un chico que lee y además tiene una memoria increíble...
Qué bonito era
leer (nos/te), que curioso resulta el paso del tiempo en el que parece que se
pierden las memorias y bloqueamos los progresos, en el que las palabras fueron
más que los hechos... (Debo decirlo que es la primera vez que alguien prefiere
mis palabras y no mis hechos), ya me adapté * es mentira* pero debo seguir
tratando de creerlo, antes había al menos un saludo, un cómo estás?, un algo,
ahora es un contacto más, de esos que se pierden con el silencio y con la
tristeza de la ausencia y con las nostalgia de lo que no fue (eso seamos
dramáticos que eso vende).
Hoy no es igual
que ayer, no me desvelas ni te desvelo, simplemente fue un momento, varios,
diferentes, intenté hacer un algo aparte y soñar, decidí darme esa nueva
oportunidad que perdí en un principio por el miedo... pero te pudo más el tuyo,
no pudiste con mi duda y mis miedos, no te culpo nadie tiene que cargarlos, lo
ideal sería alguien que me ayudará a enfrentarlos, a quién del mismo modo y en
sentido contrario yo le ayudara.
La vida es eso un
vaivén de ilusiones y sueños, tener claro lo que se quiere es tan fácil como la
miscelánea del algebra en 8vo. Lo sé suena a un imposible, bueno se leería así,
pero aquí no hay espacio para el drama, en estos tiempos donde sonreír puede
ser un suspiro y llorar una eternidad no vale la pena cargarse una pena ajena y
un miedo tonto, la vida sigue y sus tonos de colores siempre nos dan una nueva
ruta, el destino cambia, nada está escrito, todo está por escribirse y leerse,
por pensarse... por pintarse!!! Que rico es pintar y crear nuevas cosas...
Gracias por eso,
por menos y por más, por querer sin querer, por mentir, por huir, por quedarte,
por sospechar y por irnos.